La estructura del despacho, de tamaño reducido y por lo tanto con menores costes operativos, permite contener nuestros honorarios en beneficio del cliente. En adición a ello, ajustamos nuestros honorarios profesionales al máximo siendo plenamente conscientes de las especiales características definitorias de nuestra especialidad jurídica en la que, en muchas ocasiones, el asesoramiento que se presta no tiene un retorno económico directo e inmediato para el cliente. Desde esta óptica, en nuestra opinión, prevenir daños ambientales (y con ello importantísimos costes empresariales) es sencillo y no requiere de desorbitados costes legales. Adicionalmente, somos un equipo que fomenta la eficiencia en el trabajo, que contribuye decididamente en la competitividad de nuestros honorarios. En cumplimiento de nuestro principio de máxima transparencia, todas las facturas emitidas a nuestros clientes van acompañadas de un detalle minucioso del trabajo realizado, los abogados involucrados, el tiempo de dedicación de cada uno y los costes en su caso incurridos, con el fin de que el cliente pueda realizar la debida evaluación previa y aprobar de este modo con plena conformidad el abono de la correspondiente minuta.